Quiero mirar la vida como lo hace una flor...
Marinel.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Es la poesía un nido

Es la poesía un nido de alegrías y pesares,
en el mundo enrarecido donde se enconan
rencores, planean mil sinsabores, furias y hasta desatinos.
También se abrazan amores, apetitos de la carne, ilusiones
y jubilosos anhelos proyectados en poemas.
Todo muere y se renueva cual semilla discordante o armónico deleite.
La poesía se declama o se hace letras para orillar otras almas,
desembarcar en su playa y al unísono sentir.
El poeta que las clama las entrega al espacio sideral como
 exhalando una nube de su cielo misterioso.
El poema es un hechizo. Una entelequia, quizás.
No todos pueden amarla, algunos pueden odiarla.
La indiferencia es envés de la vasta inspiración de
quienes tienen el don de transformar en belleza todo cuanto les rodea.
Puede parecer vacío, nulidad o ausencia de cordura
dejar que la mente fluya en los vientos de la lírica,
más la auténtica verdad, reside en dejarse llevar
por la sensibilidad de anidar entre alegrías y pesares
y saberlos declamar o tan solo hacerlos letras
en las que la vida nade hasta poder encallar...

Imagen recogida de Actualidadliteratura



sábado, 27 de mayo de 2017

Certezas...


Este respirar es como una escalera.
¡Tantos escalones!
Acaso tú...
¿No sientes que tus pies deambulan presos
de un ir subiendo sin que el descender
sea practicable?
Impensable, pues, no hay alternativa:
Hay que ir ascendiendo.
Yo siento mil mareas, ganas de volar
sintiendo el ascenso a ningún lugar.
Mas...no tengo branquias porque no soy pez.
Soy ave sin flancos, no puedo volar.
Con esas certezas, eché mis raíces
en la vastedad del piélago azul, bajo azul celaje.
Ya. Ya...
¿Cómo echar raíces en el ancho mar?
Llamo así a la vida.
¿No dijo Manrique que nuestras vidas 
son los ríos que van a dar a la mar?
Yo enraicé ya en él desde que recuerdo.
Cuando se me viene hacia la mirada
o el agua me llueve los poros...
Siento que..
No me ha de mover río que me lleve.


miércoles, 17 de mayo de 2017

Un hermoso azul


No se oye llover.
El sol no permite lágrimas.
Al anochecer una nube
de horas contenida, derrama
su llanto.
Es azul genciana.
Un hermoso azul.
Su sollozo es lento, copioso,
en silencio...
El ocaso enhebró un hilo 
de estrellas e hizo un lienzo
suave con la que envolvió
la nube azulada.
Nube que a escondidas
del abrasador, por fin
se licua en gotas de amor.


viernes, 12 de mayo de 2017

Una levedad...soy


Una levedad.
Algo apenas nada.
Un vórtice afable.
Un débil suspiro siempre lazarillo
de la indómita emoción.
Fenezco el entorno por unos segundos
haciéndome ausencia.
Más tarde alborozo el reloj,
enajeno el mundo de sus manecillas
y juego a pillar mil haces de luz
cual si las luciérnagas naciesen
para mi capricho.
Suelo ser un soplo que viene
y que va y entre ida y vuelta,
te toma las manos llevándote
lejos de tu bienestar.
Te traigo hasta mi y mi pensamiento
que ríe contento habiendo
viajado sin hacerle falta caminos o mar.
Soy como esa flor que bordea tu senda
y entre la maleza muestra un esplendor
bravío y efímero:
Una levedad.

lunes, 8 de mayo de 2017

El cuervo

Picotea el cuervo una hora y otra.
Todo lo destroza en el laberinto
de los días, que acomodados en mi
espalda, aguijonea a su placer.



Mi corazón lo espanta con latidos persistentes
mientras los pies caminan en busca de 
una salida donde dar esquinazo
a su ansia devoradora.
Se intuye el paraíso a través
de lo tupido de los setos idénticos.
Lo uniforme del camino, desespera,
si no fuera por esos hilos de luz que 
atraviesan la espesura, se detienen
en el rostro, cosquillean el cabello
y dan calor a la piel.
Esa promesa de zafar el tiempo
-mi tiempo-
de su tenaz pico, es lo que hace
infatigables los pasos.
A lo lejos la abertura reluce como
oro bruñido por las manos de un
misterioso orfebre, y esa joya,
para mi tesón, es la más ansiada
por mi anhelo de ruptura ante
la monótona inercia.



*Estas letras, como siempre, intentando ser poema, no son sino una más de mis conversaciones
conmigo misma y la escasez de tiempo que me gobierna e impide visitaros más, de disfrutar
tanto con vuestras letras. Son, como siempre, letras derramadas desde mi adentro, en esta 
ocasión para pediros disculpas por no frecuentaros como debiera. Lo haré de a poquito; seguro.
Besos a tod@s e infinitas gracias a l@s que aún tenéis ganas de pasaros por  mi isla.


jueves, 4 de mayo de 2017

Algunos amaneceres

                                       

Adoraba los días precipitados
 hacia un abajo indefinido,
esos que se despiertan totalmente
 desmandados, te despeinan y colocan la sonrisa
en la cornisa de los labios a punto de descolgarse
 sin saber muy bien dónde  dejarse caer
o el porqué de ese querer abalanzarse.
Cuando los ojos se abren desperezados ya,
 dispuestos a verlo todo, muy abiertos,
como recién venidos del paritorio.
Amaba esos amaneceres entre torpes e intrépidos,
 buceantes las manos en el mar del armario
 sin ápice de interés por otra cosa que vestir
su desnudez, por aquello del asombro
 de los demás transeúntes de la vida...
Se lanza al fin la sonrisa entre


 cabriolas sonoras, tan sólo de pensar
en las caras de la gente si la vieran cual
 Eva en el edén antes de la manzana.
Esos despertares, aún a pesar
de lo que después pudiese acontecer,
eran mágicos, dúctiles, maravillosos compinches
a los que recordar en el transcurso de las horas.
Misteriosos albores, se decía para sí,
que a buen seguro serían consecuencia
 de una jaranera noche a la luz de las estrellas
en la que ella, ajena, era tan sólo
 el cubículo que las posibilitaba.




Unas palabras profundas...

Ahí afuera, mas allá de ideas de bien o mal,

hay un lugar.

Nos vemos ahí.

Cuando el alma yace sobre la yerba.

El mundo esta demasiado lleno para hablar de él.

Las ideas, el lenguaje, incluso la frase 'cada uno'

No tienen sentido.



"Yalal ad-Din Muhammad Rumi"
















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